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Foto del escritorVictor Bañuelos

El precio a pagar de un emprendedor cuando no sabe cobrar dentro de una economía nefasta (P1)


Cuando empezamos a emprender, una de las cosas de las cuáles nos quebramos la cabeza es cuánto le debemos cobrar a nuestros clientes por nuestros servicios.


En el caso de los servicios de informática o tecnologías de la información me he percatado que la profesión en general (desde una simple instalación de un programa hasta el equipamiento de una infraestructura compleja de redes informáticas, como ejemplo) se ha desvalorizado tristemente con el paso del tiempo en la cuestión económica.


Los salarios de hoy para los técnicos, ingenieros y gerentes en sistemas de diversos niveles de conocimiento y experiencia que trabajan para una empresa no son muy favorables, sobre todo en tiempos de estanflación.

Este fenómeno no es casualidad, ya que como profesionales de este y muchos giros infravalorados toman la decisión de trabajar por su propia cuenta o ser profesionales independientes. Sin embargo, siendo empleados, auto-empleados o freelancers debemos ser responsables de valorar el costo real de nuestro trabajo.


Un fenómeno curioso, es que muchos jóvenes millennials y centennial se dan cuenta que el empleo a largo plazo en una corporación con horarios fijos ya no es una forma armoniosa de vida laboral; por ende, optan por esta independencia y piensan en formar su propia empresa.


Aunque, si analizamos ¿que pasaría si todos quisieran ser freelancers o aspirar a "ser dueños de negocio" sin claridad? ¿la oferta de personal por las agencias de reclutamiento y selección sería demasiada que las empresas tendrían que subir los sueldos mientras que como emprendedor todavía tenemos esa mentalidad de no valorar nuestra mano de obra?


Por otro lado imaginen que sean muy pocos emprendedores en este mundo con mentalidad de empresarios o dueños de negocios y demasiada demanda de empleo en dónde el empleador sin ética ofrezca sueldos de miseria sin crecimiento a largo plazo. Este escenario sigue siendo el más predominante desde tiempos ancestrales, pero realmente imagínenlo como si los emprendedores estuvieran en peligro de extinción.

Es por eso que debe haber un equilibrio entre emprendedores con mentalidad de líderes que aporten a que sus empleados se vuelvan líderes para que la economía y los conocimientos fluyan sanamente hacia las próximas generaciones.










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